La compra de una vivienda es una de las decisiones más importantes que ha de tomar una persona a lo largo de su vida, puesto que implica una inversión elevada que influye directamente en su economía individual. Tanto es así que son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta. Más allá de centrarnos en realizar bien todo lo relativo a la financiación, existen ciertos documentos que debemos conocer y saber manejar a lo largo de todo el proceso y que tienen que ver con el propio proyecto de la construcción. Entre ellos está la memoria de calidades.
Cuando se compra una vivienda de obra nueva, especialmente si se hace sobre plano, uno de los principales inconvenientes es que no se puede ver físicamente, por lo que no se pueden comprobar los materiales que se van a utilizar en su construcción ni la calidad de sus acabados. Así las cosas, la finalidad de este documento es ofrecer una visión de cómo será esa vivienda una vez finalizado el proyecto evitando malos entendidos causados por la falta de información.
¿Qué es la memoria de calidades?
Es un documento totalmente gratuito que el promotor debe entregar al comprador y en el que se especifican detalladamente todos los materiales que se van a emplear en la edificación, en los interiores y en las zonas comunes, así como las instalaciones de que va a disponer el inmueble. El objetivo es que haya un conocimiento sobre la distribución de los espacios y las características particulares de la vivienda.
Así pues, además de ser un documento informativo para el consumidor, asegura que los elementos con que se ha construido y equipado la vivienda son los que se esperaban y debe ser perfectamente comprensible. Forma parte del contrato de compraventa y suele entregarse con el mismo siendo recomendable que sea firmada por ambas partes.
¿Qué información debe contener?
Más allá de los propios acabados, el documento debe incluir información que haga referencia a:
Los materiales utilizados en la edificación, en la cimentación, cubiertas, aislamientos, carpintería metálica y fachada, así como información relativa a los sistemas empleados para la colocación de los elementos.
Los materiales y elementos empleados en los interiores de la vivienda, como el equipamiento de la cocina, los sanitarios, grifería, alicatados, carpintería, revestimientos y tabiquería.
Las instalaciones con que cuenta la vivienda y sus detalles, como el saneamiento y fontanería, la instalación eléctrica, el sistema de calefacción y climatización y las telecomunicaciones o la domótica.
La memoria debe ser lo más exhaustiva posible, pero en ocasiones las promotoras usan el término “o similar” después de haber especificado alguno de los materiales que se van a usar. Es una acción que se lleva a cabo por si surgen problemas que finalmente hagan imposible usar un determinado producto (falta de stock o disponibilidad del producto, subida de precio, etc.). Esto es totalmente legal y para que los derechos de los consumidores sean respetados en su integridad, el material empleado ha de ser de calidad igual o mejor que el previsto en un inicio y sin mayor coste para el comprador.
Se ha podido comprobar que la memoria de calidades es un documento imprescindible si compramos una vivienda de obra nueva sobre plano, ya que ofrece un fiel avance de cómo será ésta una vez haya sido edificada. Por este motivo, es conveniente comparar toda la información que en ella se contiene con el nuevo hogar una vez sea una realidad.
En caso de que existan irregularidades, lo más conveniente es contactar con la promotora para solucionarlas o llegar a un acuerdo, aunque siempre está la opción de recurrir a la vía judicial, pues esta memoria es obligatoria por ley y todo su contenido es vinculante.
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